La lectura de Azorín no es simplemente algo que se haga, sino un estado en el que se está –nunca impunemente–. Se requieren unas condiciones previas del alma; con ellas cuenta el escritor y director de cine José Luis Garci.
En Castilla supo Azorín cómo enmendar a Campoamor, quien había escrito que “vivir es ver pasar”; no, no, corrige el pequeño filósofo, “vivir es ver volver”. El cine de Garci hace una nueva lectura de esas palabras; que, primariamente, vivir es ver. Ortega escribió en Meditaciones del Quijote: “Pero hay sobre el pasivo ver un ver activo, que interpreta viendo y ve interpretando; un ver que es mirar”. En la más lograda película de Garci hasta el momento, Canción de cuna, dice el médico: “Saber mirar es saber amar”; ahí anidaba el alma azoriniana de nuestro escritor y director de cine.
Este año Garci ha presentado su película Historia de un beso; cabe pensarla como una adaptación no expresamente buscada (una decantación) de la novela de Azorín Doña Inés (Novela de amor).
“Las cosas no son a todas horas las mismas. La luz las hace cambiar a cada momento”; Azorín admira en Proust su genialidad para describir hasta agotarlo un crepúsculo, y distinguirlo del que acontece la tarde siguiente. Las películas de Garci se desarrollan, muchas, en el mismo paisaje de Asturias, bajo variaciones de luz que la cámara de Garci trata de captar, para salvar algunas vivencias de los efectos del tiempo.
Andrea (Ana Fernández), protagonista de Historia de un beso, tiene mucho de doña Inés –en edad, encarnación, peripecia vital–, casi lo es. Su historia de amor y “tiempos confundidos” con Blas de Otamendi (Alfredo Landa) culmina en la que es a la vez declaración de amor y despedida más hermosa, en luz y tiempo –que en cine son el tono–, de todo el cine que yo haya visto. Las palabras de Otamendi son, en el fondo, sin pretenderlo Garci y su coguionista Horacio Valcárcel, las de doña Inés a su tío don Pablo: “La dicha que perseguimos, muchas veces no puede realizarse. Realizarla a medias, es peor que no realizarla nada. Usted sabe lo que quiero decir”.